Si bien la situación de exclusión social en mujeres trans está documentada en el país, los estudios sobre personas trans, privadas de Libertad, son escasos tanto en Perú, como en la región de América Latina. En el Perú en los estudios relativos a las mujeres trans . Aunque en el país no existe un marco legal que reconozca la identidad de género de las personas trans, dicha población parte de los denominados grupos de protección especial en el Plan Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia (MINJUS, 2018), donde se reconoce su vulnerabilidad social. Cabe señalar que el INPE es un organismo público adscrito al MINJUS (El Peruano. DL 1328)
La privación de la libertad, con sentencia o no, es una experiencia común especialmente entre las mujeres trans en la región. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un documento marco para la atención integral de salud de personas trans, reporta la insuficiencia de políticas que rigen el encarcelamiento de las personas trans. Esto conduce a un aumento significativo de su vulnerabilidad en relación a las condiciones de vida carcelarias y su salud: angustia mental, exposición a la violencia, abuso sexual, prevalencia de tuberculosis (OPS, 2012). En el mismo documento, se reporta que las mujeres trans privadas de libertad enfrentan alarmantes niveles de vulnerabilidad para contraer el VIH. También identifica investigaciones que destacan las dinámicas socio-económicas que conducen a diversas formas de interacción sexual con otros presos, que pueden generar más vulnerabilidad en ellas.
Debido a la pandemia del covid19 ,la situación en los penales se agravó, tanto que hasta el momento no se sabe exactamente qué ha pasado con las 23 personas que se identificaron como mujeres, mujeres trans o travestis en el Penal de Lurigancho y que accedieron a ser encuestadas y entrevistadas. La mayoría de ellas eran adultas jóvenes, sin estudios completos y migrantes internas.
La mayoría también estaba presa por robo, ocurridos cuando realizaban el trabajo sexual, y estaban en el pabellón 3, destinado a quienes cometen delitos sexuales, porque ahí también se destina a los hombres gays, y ellas son identificadas como homosexuales.“Se les ha recluido en un pabellón en donde están todos los agresores por delitos sexuales: violadores, pedófilos, acosadores, y ahí las meten a ellas y a los homosexuales, para que estén todos juntos, el pensamiento del INPE es que ellas y los gays están relacionados con actos sexuales, con los depravados sexuales. Y ahí tampoco están seguras porque no están en las mismas cuadras, están dispersas en todo el pabellón usando el baño y las duchas sin puertas y desnudándose frente a todos”.
El INPE clasifica a las mujeres trans como “homosexuales” y envía a la mayoría de ellas al pabellón 3, donde también están los internos por delitos sexuales como el abuso contra menores y violación sexual. Además de reclusos que se reconocen abiertamente como hombres gay. Sin embargo, las mujeres trans son trasladadas a este pabellón sin importar si cometieron delitos de caracter sexual.
El estudio también revela que el 52% de las participantes del estudio reportan haber recibido algún tipo de maltrato del personal penitenciario.
“Que las mujeres trans privadas de libertad reporten casos de violencia sexual por parte de quienes las tienen que cuidar es grave. Hay que tener en cuenta que todos los internos se encuentran en un medio hostil, pero debido a su identidad de género, ellas pasan por una situación de soledad y desamparo mucho más fuerte”,
Para evitar más maltratos, recomiendan que dentro del Pabellón 3 se destine un bloque de los pabellones para las mujeres trans, con el fin de que puedan protegerse entre ellas y utilizar el mismo baño o ducha debido a que hoy se encuentran en distintos bloques y expuestas a constantes situaciones de vulneración.
Penal de Lurigancho.
Esta problematica no solo se vive dentro de los penales , en Comisarías tambien son víctimas de castigos físicos y humillación
El pasado 7 de abril de 2020,Dos efectivos de la comisaría de Bellavista, Callao, fueron separados por el Ministerio del Interior luego de ser identificados por infligir castigo físico a tres mujeres transgénero.
con actos sumamentes transfobicos uno de los policías obliga a las mujeres trans a decir en voz alta “quiero ser un hombre” mientras saltan sentadas de cuclillas, además de amenazarlas con “no estar jugando” con ellas. Su compañero hizo lo mismo.
El Ministerio del Interior aclaró que la función policial no justifica este tipo de actos “claramente discriminatorios” y anunció la separación de los oficiales por falta grave. Además, indicaron que estos hechos ocurrieron antes de la disposición de salida alterna entre hombres y mujeres.
24,Noviembre 2020
Urbana Trans
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